DEBER AL RESPETO A LA VIDA PROPIA Y DEL OTRO
Un derecho mío es generalmente correlativo a un deber que alguien tiene respecto de mí. Así mi derecho a poseer, a tener algo, mi derecho de propiedad, es correlativo al deber que tienen todos de no arrebatármelo. Mi derecho a la vida es correlativo del deber que tienen todos los otros de no dañarme, de no quitarme la vida. El sujeto de esos deberes correlativos es siempre una persona que está obligada a respetar mis derechos. Puede por supuesto tratarse de un colectivo de personas, pero en ningún caso de una circunstancia natural. Así, una industria contaminante puede ofender mi derecho a un medio ambiente sano; pero no lo ofende un terremoto. Otro hombre, o un grupo de hombres pueden ofender mi derecho a la vida, pero no podría nunca decir que una enfermedad natural que me la quita, está lesionando mi derecho a la vida.Así, los deberes que otros tienen respecto de mí, pueden orientarme para darme una idea de lo que piensan que soy.
Así, espontáneamente, yo pienso que los otros tienen el deber de respetarme. ¿Qué quiero decir con esto? Más o menos, que ellos deben considerarme como un individuo que no está disponible para ellos, para ser usado para sus propios fines. Es lo que se quiere decir cuando se dice que la persona humana no puede ser nunca un medio para otras cosas, sino que tiene una dimensión fundamental según la cual ella es en sí misma un fin. Eso puede ser oscuro a ratos cuando pienso por ejemplo, en la condición de una persona a quien yo le pago un salario para que haga un trabajo para mí; pero en principio parece claro que nadie tiene el derecho de usarme como un instrumento: todos tienen al contrario el deber de respetarme como quien tiene su fin en sí mismo.
En el mundo actual, cada persona normal y decente, experimenta un gran rechazo a las agresiones a la vida humana. Vengan de donde vengan o se justifiquen manipulando los más elaborados argumentos. Nada justifica la muerte infligida o permitida, directa o indirectamente, a una sola persona, ni siquiera la violación de una sola de las dimensiones corporales, morales y espirituales de la más humilde o desconocida persona humana.
Es por la centralidad y la prioridad de la persona humana sobre toda institución, ideología, religión, poder político o interés económico, que los Derechos Humanos son, hoy día, el rasero y la medida ética de la legitimidad y la bondad de los gobiernos y de las relaciones internacionales.
Es por la centralidad y la prioridad de la persona humana sobre toda institución, ideología, religión, poder político o interés económico, que los Derechos Humanos son, hoy día, el rasero y la medida ética de la legitimidad y la bondad de los gobiernos y de las relaciones internacionales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario